Descripción
El artículo revisa iniciativas recientes de innovación curricular experimentadas en la Universidad Argentina, a fin de ser contrastarlas con lo sucedido en otras experiencias universitarias de América Latina. La indagación se apoya en un diseño cualitativo que recupera datos de fuentes primarias y secundarias.
Desde una perspectiva sistémica e institucional de las políticas, el artículo plantea que la Universidad es un actor interdependiente y conectado a una red de actores en la que interactúan una diversidad de factores (sociales, económico productivos, politico, culturales, tecnológicos, etc) que condicionan su performance. Esto quiere decir que, las políticas son decisiones ancladas o situadas en un contexto atravesado por un conjunto de instituciones que establecen los procedimientos a seguir y que además establece también cuales son las reglas bajo las cuales esas decisiones se adoptan y dicen cuáles son los actores que pueden participar de cada una de las etapas de ese proceso. Así, la política pública es resultante de un conjunto de actores sociales que intervienen, de un escenario estructural económico que brinda condiciones de posibilidad, pero también de un escenario institucional en el cual determinados actores establecen ciertas condiciones y restricciones que los actores políticos deben superar para que las políticas públicas puedan ser adoptadas.
En la Argentina, con un sistema universitario público de gran tamaño y tradición (García de Fanelli, 2005) e instituciones privadas de mayor flexibilidad, las experiencias de innovación curricular emergen recientemente como respuesta a una multiplicidad de demandas provenientes de diversos sectores. Si bien su diseño asume un carácter transaccional, el gobierno de la educación suele responder en mayor medida a los problemas que interesan a las agendas de actuación global.
Asimismo, su implementación recupera solo ligeramente el conocimiento acumulado respecto de inclusión curricular a nivel latinoamericano. Si bien en la Argentina estas experiencias han tenido impacto en la dimensión jurídico normativa aún refleja débiles resultados en términos de penetración social y cultural de carácter territorial. Ampliar la mirada hacia la región, revela iniciativas tempranas de inclusión curricular (la inclusión del guaraní en Paraguay como segunda lengua oficial, Plan Ceibal en Uruguay, los patrones de intercambio en el DF, entre otros) que han tenido poca penetración en las dinámicas universitarias para fortificar las agendas de actuación para las diversidades.
Se concluye que, más allá de la heterogeneidad observada, así como la variada intensidad que reflejan estas experiencias, es escaso o nula la transformación de estos diálogos de saberes en diálogos de haceres (Bozzano y Canevari, 2020) para la universidad latinoamericana que aun encuentra desafíos para co-construir una agenda de inclusión curricular común.